LOS CORTIJOS

MOLINO EL DESPEÑAERO

 

Molino de harina, y panadería, sus dueños eran Don Paulo Luque, procedentes de Priego de Córdoba, dueños también de la fina el Chaparral, de gran extensión que iba desde el río hasta cerca del municipio de Alcaudete.

Estaba habitado por Rafael el Gordete, el arrendador del mismo.

Este lugar era centro de transacciones de todos los alrededores, sabiendo que todos los cortijos estaban habitados. Se entregaba el trigo y por la molienda, de 100 kg de trigo, te daban 80 kg de harina, o bien en pan, donde el cambio era el kilo de trigo por kilo de pan, en vales para ir canjeando.

A la vez que era utilizado para molienda, también se adapto para la producción de energía eléctrica, a través de la misma canalización del agua procedente del río.

Esta fue la primera fuente de energía eléctrica que llego a La Bobadilla, colocando una red de vigas de chopo, desde el molino al pueblo, con dos cables.

Era una luz tenue, sin fuerza, y además sujeto a múltiples cortes, por diferentes motivos, entre ellos las riadas o los fuertes vientos. Por eso tenias que tener la luz y el candil preparado, por eso le llamaron la “candilense”.

Este cortijo mantuvo su actividad hasta mediados de los 60, que se cerró y abandonó, así el estado actual del mismo.